miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Prejuicios?

Por muchos prejuicios que tengas, nunca deberías subestimar a un coche o la impresión que va a causar en tí. Si se me permite un consejo, por todos los coches que he probado hasta ahora, valoralo por lo que es, no porque te creas Tazio Nuvolari y pretendas pasar Bugatti a fondo con él.

Es algo sabido por todos que cada coche tiene su objetivo, no puedes pretender bajar de los nueve minutos en el Infierno Verde con un Dacia Duster con neumáticos mixtos.
Puede parecer que lo que estoy diciendo es algo más que obvio, pero por ahí hay mucho pisapedales que se pone al volante de un Smart con las intenciones de subir el Fito con la misma rapidez y agilidad que su compacto ultraatunizado.

Esta pequeña introducción me lleva a la prepotencia que tenía a la hora de juzgar cualquier coche, solo por ser pequeño o diésel, era una mierda. Pero las cosas son como son, no puedes pretender que un microondas te congele la salsa de tomate del día anterior...



Puedo poner varios ejemplos, pero me voy a centrar en uno que podría ser el tercer coche con el que más kilómetros he hecho, se trata de un Citroën Xsara 2.0 HDi Exclusive de 90cv. No se confundan, no les voy a decir que ahora que lo he probado, es una maravilla de la técnica y evolución, no me compraría uno, como único coche, jamás. Pero...

Voy a empezar por la conclusión, con un matiz, es el coche perfecto para esos días en los que, por cualquier razón misteriosa, no te apetece conducir, si fuera automático sería la panacea. Es cómodo y puedes hacer uso únicamente de las marchas impares, el motor cumple de sobra (Recuerden que no estamos hablando de bajar tiempos), una autonomía de casi mil kilómetros, puedes meter a cuatro colegas dando voces, sin que haya una guerra mundial y el equipamiento más que de sobra
Si me viera en la tesitura de tener en mi garaje un Lotus Elise y tuviera que hacerme con un coche para maltratar, es decir, sufrir en atascos, dormir en la calle, ir al supermercado y cargarlo de bártulos, echarle gasolina y olvidarme de él hasta el mes que viene (o el siguiente) mantenimiento bastante reducido y precio de adquisición razonable, sería un buen candidato.

Se preguntarán porque el Xsara, si bien no he probado todos los compactos del mercado de esas características, he probado cosas similares como un Fiat Stilo TD 115cv, y la verdad, es que me quedo con el Citroën, ¿Por qué? Pues porque este no pretende destacar en nada y lo hace todo bien, tanto el exterior como el interior, ni maravillan ni desagradan, es normal. Pero el Stilo, pretende ser un coche bonito y deportivo, pero se queda a las puertas de todo, no podría sobrevivir en él mas de un día, me deprimiría.
Sin embargo el Xsara no provocaría en mi ninguna reacción, mas o menos como la nevera de la cocina, hace su función correctamente y punto.

1 comentario:

  1. Veo que vas entendiendo lo que te decía en su día: por mucho que sepas, hasta que no empieces a conducir no tendrás ni idea de coches. Porque hay que conducirlos, para eso son y por eso deben ser juzgados.

    De lo que hablas aquí es lo que toda la vida se llamó "transportacurro" o el más moderno "electrodoméstico de transporte". Y tienes gran verdad en ello.

    Yo también he pasado por esa etapa (y hace bien poco) pero ahora me he dado cuenta de que soy incapaz de convivir con un coche aburrido o simplemente gris, y te lo digo con razón de causa porque al año hago bastantes más kilómetros con el Fiesta, el Mondeo y el Passat juntos, todos ellos diesels con menos de 90.000Km que cumplen más que bien su función [el Mondeo con su control de crucero y silencio absoluto es excelso para viajar], que con el Mx5. Pero no son míos y bastante es que me los dejan cuando necesito más espacio como para encima quejarme.

    Quizás me haya acostumbrado demasiado mal, a que se me ponga la sonrisa en la cara ya al acercarme al coche y se mantenga ahí cada vez que tengo que cambiar una marcha o pegar una bramida. Y es que como con todo en esta vida, dar para atrás cuesta mucho.

    Lo mejor de todo esto es que como bien estás descubriendo no hace falta gastar demasiado dinero para conseguir todo esto, siempre y cuando no te importe conducir algo viejuno, sin las últimas pijadas en equipamiento y que probablmente gaste el doble que el de tu compañero de oficina.

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