Un sonido que te hace sentir muy bien en medio del aburrido tráfico madrileño, atrás queda todo comentario de cualquier profano en la materia tachándote de "tunero". Si, soy un macarra ¿Y qué demonios pasa?.
Pero el sonido por si solo no bastaría si lo que lo produce no te acompaña en este paseo tan sumamente especial. Y evidentemente, no sólo te acompaña, si no que te incita. Con lo que el coche, ya tiene unos cuantos puntos, ese tipo de puntos que únicamente valoramos unos pocos y la gente de "a pie" te mira con cara torcida cuando se los enuncias.
No voy a hablar de lo que el coche provoca en la gente de fuera, porque eso es hablar del populacho que merece la hoguera por ignorante, hablaremos de lo que el coche te cuenta y de lo que provoca dentro de ti.
Que no es otra cosa que la mas sincera y pura felicidad.
Que no es otra cosa que la mas sincera y pura felicidad.