jueves, 13 de septiembre de 2012

Cuore Sportivo


Solía decir el señor Jeremy Clarkson, que para ser un buen "Petrolhead" hay que tener, al menos una vez en la vida un, Alfa Romeo.
Nunca he sido muy devoto de esta opinión, que supongo basada en una época mejor, en la cual la marca brillaba por grandes éxitos deportivos y que a día de hoy siguen intentando vendernos con nombres tan agresivos como "Mito"... O quizás por esa loable intención por parte de la marca del Biscione de, intentar inculcar esos años de gloria en el ADN de todos los modelos de su gama durante los últimos años, llamándolo en una, quizás no tan buena, jugada de márketing, el "Cuore Sportivo".

Hablo de su gama en general, bastante sosa y anodina desde que las versiones GTA de los 147 y 156 desaparecieran hace unos años, que tampoco es que fueran la supremacía de la deportividad, pero cumplían su papel de cara a los "quemados". Con esto, no digo que Alfa, no tenga nada que decir en cuanto a espíritu y carácter, puesto que todos conocemos creaciones hechas por estos señores que quitan el hipo, sin llegar a las obras de arte que se hicieron para la competición o que simplemente se quedaron en prototipos.


(Si da miedo, mola)


Pero no sólo de estos iconos vive una marca, y más una firma con esas raíces tan metidas en la competición, a día de hoy prácticamente inexistentes, ellos viven de su gama actual, esa que casi toda persona puede llegar al concesionario y adquirir uno, descartando las versiones GTA que por ahora no dan señales de vida, nos quedamos con la gama llana, motores y chasis compartidos, el Busso que no aparece por ningún lado, tenemos motores de escasa cilindrada con turbo (Muy de moda), llantas muy vistosas, manillas de puertas traseras escondidas y con un escudo en el morro muy elaborado, así a priori, no nos dice nada más allá de lo planteado por otras marcas "menos deportivas".

Pero Alfa, incluso en estos modelos más asequibles, insiste en vendernos lo que ellos llaman el "Cuore Sportivo", ¿Qué hay de cierto en esto? ¿Marketing desesperado o de verdad estos coches anodinos, tienen ese corazoncito deportivo?

Para averiguarlo, se donó a la causa el mejor ejemplar para el estudio.





Se trata del modelo más asequible que Alfa Romeo tenía en su catálogo hace unos años, un 147 1.6 Twin Spark de 105 caballos, con el acabado Distinctive, que no es trascendental para esta prueba, puesto que únicamente se traduce en un mayor equipamiento interior. Pero le da un toque, de cierta elegancia.

Así pues, vamos a sentarnos en el coche, a ver que nos cuenta, pero primero empezaremos por lo menos entretenido, como puede ser el interior.

Este coche lleva en mi familia, así con la tontería, unos diez años, (Y todavía anda...) y nunca he sido muy devoto de su diseño interior, pero una cosa es verlo y otra muy distinta, conducirlo.
Me esperan unos kilómetros de autopista y una semana con él, así que me dispongo a acomodarme tras el volante, operación que, la verdad, se hace con suma facilidad, puesto que incluso el volante cuenta con regulación en altura y profundidad, una vez adaptado a mi, no me siento tan mal como me esperaba, no es que sea un sitio bonito en el que estar, pero se está bien.



La postura de conducción es buena, estás arropado por unos excelentes asientos de piel marrón, que abrazan bastante y en los que encajo perfectamente. El cuero del volante tiene un tacto barato, pero el elemento en si, es grueso y de un tamaño, no demasiado grande. Los pedales están bastante juntos, me gusta, aunque calce un 44, no tropiezo con ellos.

Por otro lado, tenemos la tragedia del cambio, que nos estropea el momento, dando la sensación de que estás sentado sobre un taburete de una barra de bar, y para cambiar de marchas tienes que bajar a la altura de los zapatos. Tienes el pomo un poco más alto de las rodillas, pero parece que la transmisión está en la fosa de las Marianas, dando la sensación de que la varilla del cambio mide, tres metros de alto, esto hace que los cambios de marcha sean largos como un día sin pan. Por muchos cambios de marcha que hice, no me acabé de acostumbrar y es algo que me horroriza.




Encaro la autopista acelerando a fondo, sin mucho resultado, pero no nos vamos a emocionar todavía, puesto que estamos evaluando el interior. Una vez en mi carril, pongo el control de crucero a 110, enciendo el equipo de música y pongo el climatizador, se está bastante bien, no hay ruidos aerodinámicos molestos, el diseño de los relojes me sienta como una patada en el culo, si, es muy Sportivo, pero para ver las cosas, tengo que fruncir el ceño, es como mirar dentro de una cueva, y eso a la hora de conducir, no son mas que penalizaciones.

Un detalle importante, que percibes difícilmente, es que vas sentado en diagonal con el volante situado ligeramente a la derecha y el pedal de freno colocado hacia la parte derecha del volante, no lo veo como algo malo, si no como detalle curioso, ¿Detalle italiano?

El motor se oye, algo nos está diciendo ahora que llega una cuesta de tres carriles, apago todo sistema de aturdimiento volantil, me paso al carril de la izquierda, delante tengo una cosa de esas que sirve para llevar montones de gente, perros, gatos, bicicletas y maletas, pero en la que va una sola persona, a la descabellada velocidad de 100 por hora, insuficiente. Para mi Alfa, una cuesta arriba en quinta a 100, significa pisar a fondo y no dar respuesta alguna, cuarta, se oye algo más el motor, que empieza a cambiar de sonido, mola, pero sigue sin pasar nada, bien, tercera, el motor cambia totalmente de sonido, es como si se hubiera cabreado, he aumentado la friolera de 10 kilómetros hora la velocidad, pero ya está en su gama de revoluciones, por encima de 4500, suena y medianamente bien, pero es como un perrito que ladra de miedo arrinconado en el sofá. Supero al ladrillo que me precede ya a unos 140, cambiando a cuarta, pero tengo que frenar debido a un radar que salvaguarda mi seguridad. Así que tengo que volver a repetir la operación anteriormente expuesta, con lo cual, de primeras sacamos la conclusión, de que echo de menos un poco más de par motor.


De momento, tenemos la imperiosa necesidad de recurrir a un horroroso cambio de marchas, una postura de conducción ortopédica, pero racing, sonido del motor por encima de 4000 rpm bastante acusado, pero no molesto, en un coche con mas comodidades de las necesarias. Quiero ver que hay algo más de lo que tengo delante.

Hago una parada para hacer un trasvase de bártulos, me siento, contacto, el coche hace el chequeo pertinente y me da dos fallos interesantes, del control de tracción y del ABS, apago y vuelvo a arrancar, ahí siguen, es una locura andar sin esos dos elementos de seguridad básica, ¿A dónde vamos a parar? Impensable, hay que hacer una prueba para verificar si esto es cierto...

Encaro una recta con buena visibilidad, sin tráfico y me subo al pedal de freno, trabada de las ruedas delanteras y recto importante, no hay ABS. Llego a una rotonda pequeña, segunda, meto el coche al límite del subviraje, abro gas a fondo y pierde rueda, no demasiada, pero lo necesario para que, en caso de haberlo, saltase el control de tracción, no hay luces por el salpicadero, pero salta otro fallo más "poca presión del aceite", sólo cuando doy curvas a izquierdas muy fuerte, "Nada, eso no es un fallo importante".

Empiezo a vislumbrar lo que parece ser el "Cuore Sportivo" una castaña de coche, que falla por todos los lados, pero aún así, te quiere dar algo más de lo que puedes ver a simple vista, no me parece un mal planteamiento para empezar, pero aún queda mucho por ver.



Por circunstancias de la vida, aún no me he podido ir a probarlo al tramo de confianza, sólo he podido darle el uso habitual, en el que ves sus cosas, como los retrovisores muy bonitos, pero inútiles, es más pequeño de  lo que parece y puedes sortear el tráfico en segunda, llevándote las miradas de la gente que se sitúa en los pasos de peatones, me imagino por el escándalo de ir en segunda a 5500. Va demasiado calzado con una 205/55/16, le vendría mucho mejor unos Exalto de 195 en llanta 15, que los Goodyear EfficientGrip, que no me acaban de convencer, son muy progresivos, si, pero parecen excesivamente blandos de flanco, no son para estos menesteres, y te lo dejan claro enseguida.



Dos puntos claves que me tenían matado de curiosidad, son la dirección y la suspensión, no acabo de tener muy claro lo que pasa con ellas y que papel quieren jugar en este coche. Para un usuario medio, todo va bien, y son "normales", pero hay algo que me escama, y no me da confianza.

La dirección es gratamente directa, giras y el coche obedece, pero no te cuenta nada de lo que pasa por la carretera, no notas absolutamente nada, si bien es dura y no parece ser demasiado asistida, uno se siente como si fuese a ciegas y totalmente desinformado.

La suspensión, quiero pensar que los amortiguadores ya no están en su mejor momento, pero el coche tiene 110.000 kilómetros y nunca ha sido maltratado, si bien, no están nuevos y no presentan fugas, parece que son demasiado blandos en comparación con los muelles. Estos no son incómodos, ni excesivamente duros, evitan que el coche se incline en exceso y se muestran bastante firmes, me gustan, pero hay algo que no está en su mejor momento y no se acaban de llevar bien todos los componentes entre si. Podría ser debido a un desgaste de rótulas y silentblocks.




Se me acaba la semana y es noche de aniversario con mi señora, esto acaba en una copiosa cena, que apenas me permite conducir, pero me he prometido que está noche, afronto el tramo de confianza.

Dejo a mi novia en casa y me dirijo hacia los kilómetros de diversión, la digestión me está poniendo a prueba, tengo frío y calor a la vez y me pesa el estómago, pero tengo que apartarlo, puesto que estoy en las rectas previas al ascenso, ventanilla abajo, apago el climatizador, la música, bajo a tercera y me tiro a la primera curva, el coche entra sin protestar, pero el que protesta, soy yo, porque no veo más de un metro por delante, es noche cerrada y el coche ilumina lo justo, me la juego con las largas, que tampoco es que ayuden mucho, iluminan todo lo que rodea al coche, menos la carretera, no son de mucha ayuda.

Tras las primeras rectas entre casas y curvas ciegas, que son el calentamiento, llego a una curva cerrada de segunda, a derechas, tras una larga recta, el coche frena muy bien, con los primeros centímetros de pedal (Muy al estilo Renault), me tiro al vértice, sin respuesta alguna de la dirección, se que estoy en una curva, porque lo estoy viendo, hay tierra y se empieza a escapar el morro, mas gas y todo en orden, ni se ha inmutado. Apenas tengo que cambiar de marcha, la segunda llega a 90-100 y sobra velocidad. En estos metros la carretera está cubierta de tierra, llego a una curva a izquierda amplia, giro y toco el freno, lejos de  apoyarse en el culo, se va de las cuatro ruedas, pero nada alarmante, me está empezando a mosquear tanta rueda.
Tras pasar una recta, vienen una sucesión de curvas rápidas, con excelente asfalto, sin arcén, que si bien tienes grip de sobra, te invitan a entrar un poco por encima de tus intenciones, lo cual, no está mal. Llega la primera y freno encima, porque apenas la veo venir, giro de golpe y una vez más el coche entra sin rechistar, segunda a fondo, manteniendo el motor alto de vueltas, parece que te acompaña, que le gusta lo que está haciendo. Empiezan unos cambios de apoyo, cuatro, y algo se nota en la suspensión, el coche deriva de lado a lado, no lo aguanta muy bien, y viene una curva a derechas larga y cerrada, intento colocar el coche para entrar subvirando, pero soy demasiado brusco y con los rebotes, la trasera pierde agarre, pero muy ordenado, sin escándalos, levanto el pie de golpe, se apoya en el poco recorrido que le queda al amortiguador, cruza lo mínimo, vuelvo a acelerar y aquí no ha pasado nada.

Puede que sea por la digestión, la tensión de no ver absolutamente nada, pero estoy sudando como un pollo,  parece que estoy haciendo el tramo a una velocidad bastante ligera, ver la aguja en 120, por esa carretera, no es muy habitual.

Con algo más de confianza doy la vuelta y vuelvo a encarar el tramo, en el sentido que más me gusta, voy a intentar subir rápido, sin hacer malabarismos. Tengo que esquivar a un Corsa que sale de la nada, con las luces de cruce y sin mirar, me sorprende la agilidad del Alfa.
Llego a las primeras enlazadas, intento no dudar, no freno y tiro el coche para adentro, me da la sensación de que no hay parte trasera, que el coche se acaba donde yo estoy sentado, no me acaba de gustar. Apoyo, con el acelerador a fondo, se quiere ir de morro, pero no se acaba de ir, izquierdas, suelto gas y entro, el coche vuelve a botar de lado a lado y es cuando la trasera aparece en un breve instante, pero tal como vino, se va, me resulta inquietante contar con el eje trasero en contadas ocasiones.

La dirección se porta bien, pero tarda mucho en volver a su sitio, y, como he dicho, no informa de nada, pero el coche la obedece, todavía no se porque. Los frenos ni se enteran de la jugada, está más que sobrado.
Negocio una curva a izquierdas cerrada, rápida y en subida, hay una sorpresa, de la que bajaba eso no estaba ahí, un reguero de agua en pleno apoyo, fabuloso... Las ruedas delanteras se percatan y se dan a la fuga, espero que esta vez si me ayude el tren trasero, levanto el pie de golpe y acelero, lo he notado levemente, ¡Ha hecho uso de las ruedas traseras! es bueno saber que llegado el momento, cumplen.

En todo momento, para ser el coche que es, se ha comportado muy noblemente, a no ser que se le busquen las cosquillas, no sacas al coche de sus casillas, cuando lo hace, es como si te dijera "Bueno, vale" asintiendo con los hombros, creo firmemente que con las ruedas antes mencionadas, sería mas entretenido, se acentuaría el carácter del coche, pero sabrías por donde cogerlo.

Al salir de las enlazadas me encuentro con Jeremías y su Patrol, que acaba de salir de cenar, fumando un puro a 40, sin posibilidad de adelantarlo hasta el final. Me separo de él y empiezo a sacar ideas para este artículo.

Si fuera mío no dudaría en hacer un cambio de suspensión, por lo menos para saber desde el minuto cero, con lo que cuentas y buscaría unas llantas de 15" sin mayor dilación. Y como soy un macarra, buscaría una buena toma de admisión y quizás una barra de copelas, a ver si con ella, hay menos deriva.


Cabe la posibilidad de que haya sentido el "Cuore Sportivo", creo que entiendo lo que es, pero no acabo de compartirlo.

Quiero entender, que los Alfa está concebidos para darte algo más, un "feeling" con el coche más allá de lo planteado, que sólo puedes descubrir haciendo kilómetros.

La postura de conducción torcida pero racing, el perrito que tiene debajo del capó que no corre, no tiene par, pero lo da todo cuando se lo pides, la dirección que no cuenta nada pero es directa, la suspensión que no pega para nada con el coche pero en el momento de la verdad es dura, el cambio con tacto horroroso pero hecho para recorridos ligeros por montaña.

El "Cuore Sportivo" es ese pero "racing" a los puntos negativos del coche, que si no eres un quemado, no los vas a encontrar y luego adorar, es la cara B llena de temazos, es la cara oscura del coche, pero, en este caso, sería la cara roja.








Agradecimientos: A mi querida hermana, por prestarme el coche sin imaginar que iba destinado a esto, con el aviso de "¡Nada de hacer el cafre!".

2 comentarios:

  1. Si hubieses tenido carnet cuando el GTA aún estaba en mi poder, hubieses entendido perfectamente el cuore sportivo. Fallos, todos. Consumo, demencial. Pero en 7 años no hubo día que el coche no me sacara una sonrisa. Tenía algo especial...

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  2. Me gusta que comente un antiguo dueño de Alfa.

    Está claro que, con un GTA, se entendería mucho mejor. Pero es lo bueno de haber probado un 147 sencillo, que parece que hay que buscarlo un poco mas, pero se encuentra.

    Es lo que comento en el artículo y lo que corroboras tú, "Coche malo, pero con un algo especial".

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