¿Qué me ocurre, doctor?

Es algo dificil de describir, no se porqué ocurre, ni que factores intervienen, pero es ponerse a los mandos de ese coche y desatarse un mal en mi complicado de compartir con terceras personas.

Se trata de un Mercedes E270 CDi Automático, ya ven que no es nada del otro mundo, un transatlántico sin ninguna pretensión deportiva, más bien todo lo contrario, hecho para el confort y bajo consumo. De hecho, su comportamiento en curva se podría calificar de pésimo, con una dirección y frenos eléctricos que te aísla de toda sensación, si bien cumplen perfectamente su tarea en una conducción moderada, para una conducción alegre, no son justos, pero poco informativos. Por no hablar del cambio automático, que si bien, con el programa Sport, llega hasta casi el corte y reduce cuando tú, mas o menos, se lo indicas, aunque bloquees la marcha en segunda, tarda en pensar que marcha es más adecuada para tú ritmo (Esto es bastante más evidente bloqueándolo en tercera, para un tramo).

Prueba: Audi Coupé 2.3E 10v (Presentación)

"Un coche razonable". Esas son las palabras con las que mi padre insistía a la hora de empezar a buscar coche.
Con un presupuesto de alrededor de dos mil euros, me dijo "Busca dos o tres coches que te gusten y los miramos". Así empezó un proceso que la verdad fue algo precipitado y sin darme mucho tiempo, ya que mi señor padre pasaba mas tiempo buscando que yo, con sus propias ideas.
Siempre tuve claro un candidato, un BMW 318i E30, que puse primero en la lista sin demora, más tarde añadí un Mazda MX-5 NA, no me planteaba un delantera.
No me acababa de cuadrar mucho el concepto de "Razonable", suponía que se refería a nada de siglas como GTi, GSi, Turbo, RS y demás, con lo cual ya descartaba desde un principio el hacerme con un "Hot Hatch" como un Golf GTi MKII o un Kadett GSi.

(Me humedecía con algo así)

Punto de inflexión

Se presenta ante mi un gran cambio, de perspectiva, opinión, mentalidad y montura... Pero no en el sentido que ustedes piensan, no voy a cambiar mi Coupé por un M3 E30 o un 190 2.5 16 Evolution II.

Quizás por pasar tanto tiempo entre ese sector, dentro del taller de un amigo, viendo cada día esos vehículos, se me haya pegado la tontería y basta que se presente una oportunidad como esta, para que te plantees las cosas.

Siempre he renegado de las motos, (¿O quizás de los moteros?) sólo he llevado una Derbi Variant y una Suzuki Katana, es la única experiencia que tengo, y estos dos ejemplares de "Cincuentillas" distan mucho del objetivo actual. La única moto que me llamaba especialmente la atención era la Suzuki GSX-R 750, pero... La cosa cambió al empezar a frecuentar el taller antes mencionado, un día llamó mi atención una ZX 6 - R naranja y negra (Combinación que se puede notar que me encanta) y me encapriché de una, lamentablemente mi sueldo de parado, me impide tal adquisición.

¿Prejuicios?

Por muchos prejuicios que tengas, nunca deberías subestimar a un coche o la impresión que va a causar en tí. Si se me permite un consejo, por todos los coches que he probado hasta ahora, valoralo por lo que es, no porque te creas Tazio Nuvolari y pretendas pasar Bugatti a fondo con él.

Es algo sabido por todos que cada coche tiene su objetivo, no puedes pretender bajar de los nueve minutos en el Infierno Verde con un Dacia Duster con neumáticos mixtos.
Puede parecer que lo que estoy diciendo es algo más que obvio, pero por ahí hay mucho pisapedales que se pone al volante de un Smart con las intenciones de subir el Fito con la misma rapidez y agilidad que su compacto ultraatunizado.

Esta pequeña introducción me lleva a la prepotencia que tenía a la hora de juzgar cualquier coche, solo por ser pequeño o diésel, era una mierda. Pero las cosas son como son, no puedes pretender que un microondas te congele la salsa de tomate del día anterior...

Sensaciones

Es una palabra que últimamente, aparece mucho en discusiones y artículos, la verdad es que me gustaría sentarme y analizar lo que para mí significa.

En el momento que me planteo salir de casa, no pienso en a donde tengo que ir o con quien he quedado, si no que pienso en conducir, por donde voy a ir al destino y si estoy motivado o no. Bajo al garaje y antes de subirme a él, lo examino un tiempo, como si fuese la primera vez que lo veo, toco el techo con la misma sensación que se tiene al saludar a un amigo y abro la puerta.
Me acomodo en mi asiento, ya desgastado, con sus holguras y sus deformaciones de los años, pero en cierto modo me abraza, un vistazo al interior que siempre acaba en el nuevo volante, más pequeño y gordo que el de origen, pero de la misma época y filosofía que el coche. Es la misma sensación que el primer día que me monté en él, nuestros primeros metros juntos, nada cambia.

Presentación

Tras un primer intento, fallido, de crear un blog automovilístico a mi imagen y semejanza, me renuevo tras un lavado de cara, unas opiniones y un punto de vista más asentado y personal, sin dejarme llevar por lo que lea o crea en un determinado momento.

Mi anterior blog, ha sido destruido tras un mal despegue, influenciado por una etapa de descubrimiento apresurado, queriendo opinar y ser como todo lo que leía en ese momento, craso error, ni a mi mismo me gustaba.

Tras recibir el apoyo y consejos de un buen amigo, me decido, por fin, a sacar a la luz mi definitivo yo, siempre polémico y muchas veces a contracorriente, con la intención de crear un nuevo blog, con quizás mas opinión que información. No pretendo contar lo que todo el mundo sabe, si no tratar el automovilismo como yo creo que se merece, con pasión, respeto, admiración y mucho humor.

Me gustaría poder abarcar el mundo del automóvil con todo tipo de temas, anécdotas, música, cine, quizás alguna prueba vista por mis particulares ojos, frikismo en estado puro, pero con historias que hasta el mas "ateo" volantista quiera leer. Quizás ese sea uno de mis objetivos, que gente ajena al mundo, espere con ciertas ganas, una nueva entrada.

Espero que el viaje, sea de su agrado, el mío lo será, quizás con cierta ansia de seguir avanzando y con un poco de nerviosismo por tener un gran cúmulo de ideas y no saber por donde empezar.